Una manera más sensual y sexy de dar masajes es tratar de acariciar la piel de tu pareja lo más suavemente posible, ¡casi sin tocarlo! Ya verás los escalofríos que le provocas.
La próxima vez que salgan a cenar, vete al baño un momento, quítate la ropa interior y colócala dentro de su bolsillo cuando vuelvas a la mesa.
Usa diferentes texturas para acariciar la piel de él. Gamuza, piel, encajes, goma, seda… Cada una provee sensaciones muy particulares.
Tócate frente a tu pareja. No sólo le estarás dando un espectáculo erótico sin igual, sino que también podrá aprender de tu técnica para mejorar como amante.
Hay que romper con la rutina… Hacé lo opuesto de lo que hiciste la última vez que tuvieron relaciones. ¿Fue por la mañana? Ahora toca hacerlo de noche.
¿Fue en el dormitorio? ¡Cambiá de lugar, probá la cocina!
¡A gemir se ha dicho! La mayor parte de las personas se excita muchísimo al escuchar los gemidos de su pareja.
Enséñale exactamente cómo te gusta que te toquen. Coloca tu mano sobre la suya y sé su guía.
Véndale los ojos con el Antifaz Luxury. Sus otros sentidos, particularmente el tacto, se enaltecerán